Conoce los huesos que pueden estar involucrados en una fractura de pelvis y su clasificación

Las fracturas de pelvis son una de las roturas de hueso que mayor complejidad pueden presentar, ya que se trata de una zona anatómica formada por diferentes estructuras óseas, las cuales pueden, dependiendo del trauma, presentar fracturas. La pelvis es una cavidad neuromuscular que se localiza en la región inferior del tronco, cuya parte distal está representada por el anclaje de los huesos de las piernas y en su cavidad están dispuestos los órganos genitales junto con estructuras vasculares importantes. En este artículo te mostraremos cuales son los huesos que conforman la pelvis y que por lo tanto pueden representar un fractura, además, conocerás un poco sobre el mecanismo de los traumas que pueden ocasionar dicha lesión, el tratamiento y el nivel de complejidad o factores de riesgo.

Fractura de pelvis, clasificación, nivel de complejidad y tratamiento

Como te mencionó anteriormente, la pelvis es una región anatómica formada por varios huesos, los cuales son el sacro, ilion, isquion, acetábulo y el pubis, estas estructuras óseas pueden son las que pueden fracturarse por diversos motivos y pueden además presentar luxaciones o dislocación, siendo el mecanismo traumático más frecuente las caídas en adultos mayores en donde aterrizan sentados o de lado y, en los más jóvenes, a causa de accidentes de tránsito o caídas de altura. El diagnóstico de las fracturas de pelvis es de acuerdo a su clasificación y la estabilidad del anillo pelviano que está formado por el sacro, ilion, isquion y el pubis::

  • Fractura de tipo A: son aquellas en donde existe una estabilidad de las estructuras óseas, específicamente del anillo pelviano, y no existe la presencia de alguna luxación. Son las más leves y por lo general se encuentran las fracturas por avulsión, es decir, donde uno de los huesos pélvicos se desprende de una porción de un ligamento o tendón, frecuente en pacientes pediátricos.
  • Fracturas de tipo B: son fracturas en donde existe inestabilidad parcial del anillo pelviano y puede haber presencia de luxación, su mecanismo traumático es por rotación exterior (libro abierto) de los miembros inferiores o por compresión.
  • Fracturas de tipo C: son aquellas en donde existe una inestabilidad completa del anillo pelviano y por lo tanto de todas las estructuras óseas y ligamentosas.

fractura de pelvis

El nivel de complejidad de estas tres categorías es de forma decreciente, siendo las fracturas de tipo C aquellas con mayor índice de letalidad debido al desprendimiento de las zonas anatómicas, recordando que dicha región está compuesta por vasos sanguíneos importantes, cuya ruptura puede causar episodios hemorrágicos intrapelvicos y desencadenado un shock hipovolémico. Por otro lado, las fracturas de pelvis pueden ir acompañadas de lesiones a nivel del aparato urinario como, por ejemplo, contusiones a nivel de la uretra y vejiga urinaria, también, problemas de equilibrio o inestabilidad a nivel del pubis, siendo estas últimas, posibles secuelas.

tratamientos fractura de pelvis

Ahora, el abordaje de las fracturas de pelvis dependerá del nivel de gravedad de la rotura, siendo, por lo general, en fracturas tipo A, el tratamiento convesional, con terapias analgesicas que alivien el dolor y reposo, ya que el tratamiento quirúrgico en estas es poco frecuente, a su vez, para las fracturas tipo B, debido a que involucran cierto grado de inestabilidad, si requieren el abordaje quirúrgico para corregir dicha condición y, finalmente, las fracturas más graves, como las tipo C también necesitan un tratamiento quirúrgico, al igual que las anteriores, en donde se puedan corregir y consolidar los fragmentos óseos y ligamentosos mediante el uso de anclajes o fijadores exteriores, clavos, placas, entre otros.

 

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