El Alzheimer es una enfermedad neuro-degenerativa que actualmente no tiene cura médica comprobada. La sintomatología se caracteriza por la afectación de la memoria a corto y mediano plazo; lo que deriva en complicaciones con su entorno y las personas que rodean al afectado.
Según estudios realizados esta enfermedad afecta entre un 5% y 20% de personas que superan los 65 años de edad. Es una de las patologías más comunes en personas ancianas en la actualidad; por lo que su desconocimiento puede hacer que el proceso de degradación cognitiva aumente considerablemente.
Alteraciones de los pacientes con Alzheimer
Lo primero que debemos saber es que el Alzheimer afecta de diversas maneras al paciente; como cuidadores debemos estar atentos a cualquier señal que pueda implicar el avance de la enfermedad. Los tipos de alteraciones que sufren los pacientes de Alzheimer son:
- Cognitiva: alteración de la memoria, no recuerdan hechos o acciones realizadas a corto plazo.
- Funcionales: los pacientes olvidan de manera progresiva actividades de su quehacer diario.
- Conductuales: se evidencian cambios en los comportamientos, en el humor y los niveles de ansiedad.
Con todo lo anterior, es de especial importancia que la persona a cargo del paciente con Alzheimer esté consciente de que es una enfermedad progresiva y que, de una forma u otra, el afectado va a ir siendo menos independiente con el pasar del tiempo.
Con esto en mente el cuidador debe armarse de mucha paciencia y cariño que le permitan sobrellevar la situación. Se recomienda, además, que el cuidador tenga una “red de aliados”: grupo de personas a las cuales pueda recurrir siempre para solicitar apoyo y ayuda.
¿Cómo tratar a un paciente con alzheimer?
A continuación, te damos algunos consejos para tratar con pacientes con Alzheimer:
- Dale el control al paciente: dado que el Alzheimer es una enfermedad que afecta principalmente la memoria, los pacientes suelen sentirse perdidos y sin rumbo. El brindarles la sensación de control los empodera y los hace sentirse mejor con ellos mismos. Busca que sus palabras y opiniones sean tomadas en cuenta y que son parte de las decisiones del día a día.
- Ponle una rutina: los comportamientos repetitivos es una de las claves para que la memoria siga trabajando y se contraponga al proceso degenerativo de la enfermedad. Realiza un cronograma semanal, donde se marquen fechas y horarios puntuales que el paciente deberá seguir. No olvides colocar actividades físicas dentro de su cronograma, así como los horarios de las medicinas y las comidas.
- Trátale como se merece: Alzheimer o no Alzheimer, el paciente sigue siendo una persona con necesidades psicológicas y afectivas. Atiende sus necesidades con amor y paciencia que al final no es culpa suya ni nadie, es aprender a aceptar la condición y hacer lo mejor posible para que disfrute y sea feliz en sus últimos años de vida.
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