En la actualidad existe una gran variedad de apósitos que favorecen la cicatrización de alguna quemadura, siendo algunos empleados específicamente para algún grado de la lesión y nivel de profundidad. Los apósitos, en términos generales, se encargan de aislar del medio externo de la herida, disminuyendo el riesgo de infecciones por contacto.
Las quemaduras son un tipo de lesión en la piel provocada por la exposición a líquidos calientes, electricidad o el sol, estas, dependiendo de la extensión y la profundidad, se clasifican en tres grados, siendo el último el más grave y difícil de cicatrizar, es por eso que, la utilización de apósitos que favorezcan la cicatrización, suelen ser la mejor opción en estos casos, reduciendo las molestias en pacientes y acelerando su proceso de recuperación.
Apósitos para quemaduras, cuales son tipos indicados
Los tipos de apósitos que se pueden emplear en el tratamiento de quemaduras son los apósitos interactivos y los bioactivos, los cuales intervienen en el mantenimiento del estado fisiológico húmedo natural de la lesión y en la estimulación de la formación de enzimas catalíticas que favorecen la oxigenación y el proceso de desbridamiento (eliminación de tejido muerto) sin causar dolor.
Dentro de los apósitos interactivos se haya el Tul, la espuma hidrofílica y los apósitos adhesivos y no adhesivos. El Tul es una compresa tipo gasa impregnada con una emulsión que interviene en la lubricación de la lesión y el drenaje del exudado, está indicado en quemaduras de tipo A o grado 1 no extensas. La espuma hidrofílica es una cubierta de poliuretano no adherente, el cual posee una gran capacidad de absorción, recomendando en quemaduras intermedias (AB) o grado 2 con exudado moderado.
En tal sentido, los apósitos adhesivos, suelen ser la mejor opción en el tratamiento de quemaduras de grado 1 o tipo A, ya que su transparencia permite ver la evolución de la lesión y la aíslan mejor del medio exterior controlando las infecciones sin necesidad de la colocación de un segundo parche, mientras que, los no adhesivos de nylon son útiles para proteger el tejido nuevo de epitelización, permitiendo la oxigenación de la lesión por su superficie porosa y la posible aplicación de pomadas o soluciones sobre su anverso sin afectar su eficacia, estos necesitan un segundo apósito para su fijación y están indicados en quemaduras de grado 1 y 2, es decir, de tipo A y AB.
Por otro lado, los apósitos bioactivos, son aquellos como los hidrocoloides, el hidrogel y los alginatos. Los apósitos hidrocoloides, tienen la característica de un grado elevado de absorbencia, produciendo un gel con el mismo exudado de la lesión, son autoadhesivos e impermeables, indicándose en quemaduras de grado 1 sin infección; a su vez, está el hidrogel, los cuales son utilizados en el cuidado paliativo en el control del dolor, no son adhesivos y se emplean en cualquier tipo de quemaduras, incluyendo las de profundidad, mientras que, los alginatos, son excelentes absorbentes de lesiones con exudado abundante, necesitan de un apósito secundario para su fijación y pueden ser usados en quemaduras infectadas.
La utilización de estos apósitos representan una mayor practicidad y mejora en la calidad y efectividad de los cuidados paliativos, no solo en casos de quemaduras, sino, también, en otras lesiones a nivel epitelial como úlceras vasculares, pie diabético, dermatitis agudas, zonas donantes o receptoras de injertos, entre otras afecciones que requieren el aislamiento para evitar el riesgo de contraer infecciones y aumentar el proceso de cicatrización.
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