Conoce y aprende a usar los tipos de vendaje

Forma parte de nuestra naturaleza como seres humanos, protegernos ante cualquier imprevisto que ponga en riesgo nuestras vidas. Los tipos de vendaje en primeros auxilios son la parte, quizás el más importante de los procedimientos por conocer y saber emplear, preservando la estabilidad de quien lo necesita. Para ello es necesario disponer de conocimientos y técnicas ante cualquier incidente, y esto requiere saber estabilizar cualquier lesión en el cuerpo. En este artículo te vamos a mostrar en qué consisten y cómo aplicarlos. Bien sea por una fractura, heridas, y quemaduras. Estos incidentes afectan la integridad del cuerpo, y lo pone en peligro si no contamos con el conocimiento y la práctica a la hora de querer actuar.

¿Cuáles son los tipos de vendaje que existen?

Da igual que seas una persona común, entrenador deportivo, estudiante de enfermería o rescatista, esta guía está pensada para enseñarte los diferentes tipos de vendajes. Las técnicas más utilizadas, las indicaciones y los cuidados serán aclaradas mientras te explicamos cómo vendar cada parte del cuerpo. Antes de empezar a definir los tipos de vendaje que se realizan en emergencias y rehabilitaciones, es bueno tener noción de qué trata el tema de los vendajes y sus múltiples usos.

El vendaje es una técnica que comprende la envoltura de una región corporal específica, lastimada por diferentes causas. Entre las más comunes tenemos, fracturas, heridas por cortadas o contusiones en distintos grados, quemaduras, desgarre muscular, de ligamentos, dislocación y torceduras de articulaciones. Entre las aplicaciones más comunes que brindan los vendajes se encuentran:

  • Evitar complicaciones en la lesión, mediante el movimiento no deseado.
  • Comprimir una parte del cuerpo en específico, cuando se trata de contusiones, fracturas o esguinces, y en especial hemorragias.
  • Ayudar a fijar férulas, de modo que el vendaje forma parte de un procedimiento complementario para la inmovilización.
  • Sostener una extremidad, las mamas o los testículos.
  • Fijar dispositivos de tracción.
  • Dar forma a una zona del cuerpo especialmente las recién amputadas, de manera que pueda facilitar la implementación de prótesis.
  • Facilitar la irrigación sanguínea por retorno de circulación venosa. Generalmente una insuficiencia circulatoria causada por el estancamiento venoso, podría conllevar a una trombosis.
  • Proteger la piel. Además de fijar gasas o algún medicamento tópico. Esto ayuda a evitar el roce o contacto con cuerpos y ambientes contaminantes.

Para atender cualquier tipo de lesión a través del vendaje, es importante tener una valoración concreta del diagnóstico. Debemos ser capaces de identificar si la lesión amerita inmovilización, cobertura o compresión, ya sea total o parcial. De esta manera seremos capaces de determinar la cantidad a emplear y qué tipo de vendaje (técnica) será el que favorecerá el tratamiento, dónde empezar y dónde acabar.

Los materiales utilizados varían dependiendo de la función que lleve el tipo de vendaje. La venda no es más que una tira, compuesta por tejido de algodón, polímeros elásticos, entre otros. Elegir el tamaño y composición adecuada va a depender de la función que vayamos a emplear:

  • Venda Elástica, adhesiva y no adhesiva
  • Huata o venda acolchada de algodón
  • Gasa o venda de malla hidrófila
  • Venda impregnada de materiales (Yeso)

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El uso del vendaje en primeros auxilios y en tratamientos posteriores es variado. Hemos elegido los tipos de vendajes más conocidos y de fácil compresión que sirva de herramienta. Vamos a identificar los tipos de vendajes según su funcionalidad y complejidad para las áreas corporales susceptibles. De igual manera, y con fines orientativos, mencionaremos las diferentes técnicas y cuidados al colocar las vendas.

Vendaje Compresivo: Posee diversas aplicaciones. Previene o reduce las áreas inflamadas y ayuda a reabsorber hematomas producto de contusiones, por la limitación del movimiento. Los vendajes específicos que cumplen la función compresiva son: vendaje abdominal, vendaje de rodilla, vendaje de muñeca, vendaje de codo, vendaje de cabeza, vendaje de tobillo, y vendaje de mano. Cuando es el caso del retorno venoso, la compresión se aplica desde la zona distal hacia la proximal. Las técnicas más utilizadas en este tipo de vendaje son:

  • Vendaje circular: consiste en enrollar una parte cilíndrica del cuerpo, logrando que cada vuelta recubra exactamente el pliegue anterior. El vendaje circular es comúnmente utilizado como soporte de inicio y final de otros vendajes que sirven de compresión a las lesiones.
  • Vendaje en espiral: Se emplea en partes, cuya circunferencia es uniforme, por ejemplo, brazos y piernas. Su tipo de vuelta se realiza de forma diagonal al eje del miembro, y cada vuelta tiende a cubrir las 2/3 partes del pliego anterior.
  • Vendaje en espiga: Consta de una vuelta espiral pero continuada una vez recubierta la parte. Se envuelve la extremidad entera y luego se devuelve hacia el punto inicial con vueltas que se van entrecruzando con las primeras vueltas. Esta técnica es recomendada para circunferencias irregulares, ejemplo: la tibia o el antebrazo.
  • Vendaje en 8: Especial para vendar articulaciones, como el codo y la rodilla. Se comienza sujetando por debajo y por arriba de la articulación con vueltas circulares, mientras se realizan vueltas ascendentes y descendentes, cruzando la articulación, formando una figura de 8 o equis.
  • Vendaje recurrente: Es utilizado para cubrir, dar forma y fijar apósitos en dedos, cabeza y muñones. Se inicia en la parte proximal con una vuelta circular, seguido de un doblez perpendicular, seguido del pliegue hacia el extremo distal del cuerpo, hasta cubrir toda la zona. En el caso de la cabeza se le conoce como vendaje de capelina, para los muñones de amputación nos referiremos al vendaje de muñón.

Además de comprimir y fijar apósitos, los vendajes cumplen con estabilizar, inmovilizar y alinear los miembros o zonas lesionadas. Facilitar el traslado de la persona, incluso luego de su intervención, se hace más fácil y previene complicaciones. Podemos mencionar según estos fines los siguientes:

  • Vendaje de cabestrillo: Es en esencia una venda puesta a modo de banda que sostiene el brazo. Su función es la de soportar el miembro al que recién se le aplicó un tipo de vendaje compresivo, sea vendaje de codo, o vendaje rígido aplicado al brazo por una fractura.
  • Vendaje velpeau: Este tipo de vendaje inmoviliza la escápula y la cintura, es por excelencia el inmovilizador de hombro. Muy usado para minimizar el movimiento luego del dislocamiento, más no el único vendaje de hombro que se aplica.
  • Vendaje de jones: Su función inmovilizadora se complementa con vendaje acolchado que da contacto directo con la piel. Especial para miembros superiores a inferiores con fracturas múltiples, su uso tiene amplitud en el campo de la medicina veterinaria.
  • Vendaje rígido: mención especial para los tipos vendajes impregnados con yeso que le otorgan rigidez, también conocido como escayolas. Utilizado para la inmovilización total del miembro fracturado. Dependiendo del caso también se puede combinar con la técnica de acolchado de jones.

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Las vendas tradicionales también han tenido su evolución. El vendaje neuromuscular o kinesiotaping lleva la aplicación de los vendajes al tratamiento y rehabilitación de tendones y músculos específicos ahorrando espacio y facilitando el movimiento. Diseñado a base de polímeros, algodón y acrílicos, poseen una elasticidad similar a la piel humana.

Es importante antes de aplicar un vendaje, verificar el área lesionada y e informar al paciente del vendaje que se realizará, a continuación se le ayudará a adoptar una posición cómoda. La zona a trabajar debe estar, previamente aseada, libre de prendas y objetos que obstaculicen el vendaje. Es necesario tener conocimiento sobre el tamaño y tipo de venda adecuado a utilizar. Por regla general se comienza a vendar desde la zona distante hacia el punto afectado. Hay que evitar que se generen pliegues no deseados que alteren la compresión uniforme y pueda generar molestia o complicaciones. En el caso de las heridas es importante cubrirlas antes con apósitos y en el caso de los de vendajes compresivos hay que evitar dejar zonas sin vendar.

Si no seguimos a cabalidad estas recomendaciones, puede reducirse su efectividad e incluso empeorar la situación del paciente. Cuando esto ocurre es mejor retirar el vendaje y proceder de nuevo, tomando en cuenta la situación. El conocimiento, la práctica y el cuidado de los tipos de vendajes nos ayudará a mejorar la condición e incluso salvar la vida de cualquier persona que necesite en el momento preciso auxilio.

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