Nutricion de las plantas, fertilizantes y compost – GUIA cuidar las plantas PARTE 2

En este articulo vamos a conocer todo lo relacionado con la nutrición de las plantas, fertilizantes y compost. Puedes leer la guia completa en los enlaces que hemos preparado, en la Guia mas completa sobre cuidar las plantas que puedes encontrar en internet.

Nutrición de las plantas, fertilizantes y compost – Parte 2 de guia de como cuidar las plantas

Listado:

 

 

NUTRIENTES QUE SUS PLANTAS NECESITAN

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Las plantas necesitan una serie de nutrientes para su desarrollo. Por tanto, si los nutrientes esenciales están agotados o han sido lixiviados del suelo por el agua de lluvia, debe reponerlos en las cantidades adecuadas para que resulten eficaces y económicos. La disponibilidad de algunos nutrientes para las plantas varía, según la acidez o alcalinidad del suelo -es decir, su valor de pH. Es importante, por lo tanto, establecer el valor del mismo y, si procede, ajustarlo debidamente para evitar que las plantas presenten deficiencias. El pH óptimo es de 6,5. Se pueden adquirir pequeños equipos o medidores de pH para hacer análisis.

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Es posible alterar el pH del suelo temporalmente, añadiendo cal (carbonato de calcio), algas calcificadas para hacerlo más alcalino o sulfato para que sea más ácido. Ninguna de estas alternativas funciona con el agua de lluvia. Sin embargo, es esencial poner cal en la huerta si, por ejemplo, quiere cultivar plantas de la familia de las coles, en un suelo con un valor de pH bajo. Se aplicará en otoño, y nunca en el mismo momento que el estiércol o el sulfato de amonio, con los que reacciona químicamente, desprendiendo amonio gaseoso; ello provocaría dispersión en el aire y la pérdida del nitrógeno.

Es posible utilizar corteza de pino y abono foliar para bajar el valor de pH del suelo lo suficiente como para cultivar plantas que no toleran la cal, pero su eficacia es, una vez más, poco duradera. Utilizar turba es un mal gasto y no debería pensar en ello, excepto en el caso de aquellas plantas en recipientes que necesiten de un suelo ácido. El azufre y el sulfato de aluminio son también alternativas que debe tener en cuenta para efectos temporales.

Los tres nutrientes más importantes que necesitan todas las plantas para desarrollarse de manera sana son: nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). Además, necesitan en menor proporción tres elementos intermedios: magnesio (Mg), calcio (Ca) y azufre (S), mientras que los microelementos como el hierro (Fe), el boro (B), el molibdeno (Mb) y el manganeso (Ma), se requieren en cantidades todavía más pequeñas, aunque también sean importantes. Es posible adquirir un equipo para comprobar las posibles deficiencias de los tres nutrientes principales, pero la manera más segura de detectarlas es examinando los síntomas de las plantas.

CUIDADO DE LAS PLANTAS: LOS FERTILIZANTES

Las plantas obtienen una cierta cantidad de nutrientes de las capas orgánicas y los acondicionadores del suelo, pero algunas se beneficiarán de una alimentación adicional, tanto en primavera como en el punto medio de la estación de crecimiento. Para ello, utilizamos fertilizantes que actúan de una de tres formas: «liberación rápida», «liberación progresiva» y «liberación lenta». Los fertilizantes de liberación rápida son de efectos casi inmediatos, normalmente, a corto plazo, mientras que los de liberación progresiva no sólo empiezan a actuar rápidamente, sino que además continúan liberando nutriente durante un período prolongado de tiempo. Los fertilizantes de liberación lenta necesitan tiempo antes de estar disponibles para las plantas.

Se pueden utilizar los fertilizantes para cuidar varios fines, según su formulación y composición: como una capa basal, aplicados con la horquilla o el rastrillo en la capa superior del suelo antes de sembrar o plantar; como una capa superior alrededor de las plantas ya establecidas; como un alimento líquido, alrededor de las raíces; o como un alimento líquido foliar, que aplicaremos a las hojas mediante un pulverizador. Los dos últimos sólo se pueden obtener en estado líquido, pero los restantes se hallan disponibles en forma granular, en polvo y con un recubrimiento de resina.

Ejemplos comunes de los fertilizantes de liberación rápida son el sulfato de amonio, mezclas generales, sangre seca y todos los fertilizantes líquidos y foliares. Los de liberación progresiva existen en forma de bolitas revestidas de una capa de resina, que se pueden colocar en el suelo alrededor de la planta al principio de la estación de crecimiento, y duran hasta el otoño. Son altamente valiosos los fertilizantes de liberación lenta, particularmente para arbustos y otras plantas permanentes. Sin embargo, el fertilizante se libera más rápidamente en tiempo caluroso, por lo que puede sufrir un agotamiento acelerado, y posiblemente necesite otro fertilizante líquido más adelante. Los fertilizantes recubiertos se utilizan ampliamente en los viveros y se pueden ver a menudo en las superficies de los recipientes que hay en los centros de jardinería.

No debe confundirlos con los fertilizantes de liberación lenta, tales como la harina de huesos y astas. Algunos de éstos son orgánicos, y los organismos del suelo tardan bastante tiempo en descomponerlos de forma asequible para las plantas. Esto los hace útiles para aplicar alrededor de los bulbos, por ejemplo, en el otoño, de forma que se estimulen cuando vuelvan a florecer en la primavera. Sangre, pescado y huesos forman un fertilizante común que goza de gran popularidad, debido a que los nutrientes se liberan tanto inmediatamente como transcurrido cierto tiempo. Otros fertilizantes de liberación lenta derivan de las rocas, por lo que tardan en disolverse y en estar disponibles.

Existe otra distinción (aunque artificial) entre los fertilizantes orgánicos y los inorgánicos. La creencia de que los orgánicos se fabrican de manera natural, mientras que los inorgánicos se producen artificialmente, no siempre es correcta. Por ejemplo, los fertilizantes de liberación lenta derivados de roca natural, como el fosfato rocoso, son, estrictamente hablando, Inorgánicos porque no contienen carbono. Sin embargo, puesto que se encuentran de forma natural, son aceptables para la jardinería orgánica.

Consejos para obtener un buen compost para cuidar nuestras plantas

Existen muchas teorías sobre cómo obtener un buen compost, pero podemos dejar la mayoría a los especlaistas en el tema. Todo lo que necesita saber es que, aunque es posible obtener compost agrupando residuos vegetales en un montón descuidado, es un proceso bastante sucio y tarda más tiempo del necesario en pudrirse hasta formar algo útil. Los hongos microscópicos que provocan la descomposición necesitan calor, humedad, aire y nitrógeno. Puede aportar estos elementos si construye un recipiente de madera, ladrillo, plástico o red de alambre, lo suficientemente aislado como para retener el calor y la humedad, pero con unas pequeñas rendijas o agujeros, de forma que entre algo de aire; el recipiente debería tener una tapa o cubierta para evitar que la pila se inunde de agua y retener el calor que generan las bacterias, y un papel fácil de quitar por la parte de delante. El otro requisito es un «activador» adecuado, sulfato de amonio o sangre seca, que aporte el nitrógeno necesario para las bacterias.

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El calor generado acelera la descomposición, razón por la cual se debe sacar la tapa lo menos posible. Sin embargo, este calor no mata necesariamente todas las semillas de malas hierbas y enfermedades de las plantas, y es recomendable no verter las raíces de las malas hierbas que florecen anualmente, ni hojas o restos de plantas enfermas. Debe meterlas en bolsas para la basura o cortarlas en trozos pequeños, quemándolas cuando estén secas.

SI construye un cubo de madera, éste debería tener 1-1,2 m de anchura y profundidad, y hasta 1,5 m de altura. La manera más fácil es con unos paneles de madera, dejando pequeños espacios entre ellos. Con ello se permite el paso del oxígeno necesario para las bacterias, sin que salga del todo el calor generado por la actividad bacteriana. SI carece de agujeros laterales, coloque una capa profunda de maleza en el fondo. Sitúe el cubo en un lugar protegido o forre el Interior con material resistente al viento.

Los cubos prefabricados en plástico o madera, con una capacidad entre 0,2 y 0,6 m3, ofrecen la solución para aquéllos que tengan jardines pequeños o prefieran no hacer ellos mismos el cubo. Elija una construcción robusta, fácil de desmontar para sacar el abono. Para un mejor aislamiento, se colocarán los cubos de plástico sobre tierra en lugar de sobre cemento.

El agitador del compost es un cubo de plástico con agujeros laterales, fijado a un pie para que pueda dar la vuelta fácilmente. Éste es un método sencillo de girar una pila de compost, pero para obtener mejores resultados, debe hacerlo cada día, y sólo es una solución práctica si el agitador se sitúa en el lugar adecuado.

La producción eficiente de compost requiere una serie de materiales: residuos de hortalizas de cocina; hojas, material leñoso triturado, sano y seco (utilice un triturador especial para compost o corte en fragmentos pequeños con unas tijeras de podar); papel de periódico triturado; malas hierbas anuales (no florecidas) con tierra aún entre las raíces, y césped segado. Es preferible que no haya demasiada cantidad de los diferentes elementos, especialmente de césped segado, que se degrada muy rápidamente, ya que la mezcla se vuelve viscosa y desprende olor si utilizamos cantidades grandes. Mientras llena el cubo, añada un activador de compost (que contiene nitrógeno) o un fertilizante nitrogenado cada 15 cm para que las bacterias actúen más rápidamente. Le sugiero que gire la capa superior con la ayuda de una horquilla cada dos semanas, de forma que llegue al centro de la pila, que tiene una temperatura más alta. Riegue la pila de vez en cuando para mantenerla húmeda. Para retener el calor y evitar que entre la lluvia, ponga una tapa.

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Lo Ideal sería que el cubo se llenara a la primera, pudriéndose el contenido en dos o tres meses. En la práctica, la mayoría de jardineros tiene que poner los residuos en capas pequeñas, lo que significa que el proceso puede durar hasta dos veces más, particularmente planta probablemente no tiene suficiente espacio. Otras señales de ello son los colores marchitos y el desarrollo de malas hierbas en la superficie del compost. En el caso de árboles de más de 2 m de altura, tenga cuidado con los de hábito pendular, ya que probablemente estarán en recipientes demasiado pequeños. Si no está seguro, pida ayuda para trasladar la planta. SI las raíces se desarrollan en el perímetro interior del recipiente, lo que se conoce como «restricción», podría ser que la planta ralentizará el tiempo para establecerse y que resultará bastante vulnerable al viento.

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