Las luxaciones de rodilla ocurren cuando sucede el desplazamiento o la dislocación de los huesos que se encuentran anclados a la articulación, es decir, aquellas estructuras óseas de las extremidades inferiores como el fémur, el peroné y la tibia, esta lesión es producto de un impacto directo en la rodilla que la flexiona de forma brusca (hiperextensión), haciendo que esta se luxe, involucrando, en la mayoría de los casos, lesiones a nivel de los ligamentos y tendones, por lo que está suele ser más grave que la luxación de rótula. En este articulo conoceras el tratamiento de una luxación de rodilla y algunos aspectos sobre la misma.
Luxación de rodilla, tratamiento
En ocasiones es probable que en una luxación de rodilla exista una falla vascular, reduciendo la irrigación sanguínea de la articulación, ya que a causa del traumatismo se afectan las estructuras blandas que conforman a la rodilla. Así como otras, estas luxaciones cuentan con clasificaciones, siendo la más frecuente la luxación anterior, producida por hiperextensión, mientras que la posterior es menos frecuente y es ocasionada por golpes directos de alto impacto sobre la misma, además, también está la luxación de rodilla medial o lateral y rotatoria.
Los ligamentos que pueden estar involucrados en la luxación de rodilla pueden ser el cruzado anterior y el posterior, pero, en aquellas situaciones, las cuales suelen ser comunes, en las que ambas estructuras se ven afectadas, incluyendo a los meniscos y tendones, la valoración clínica es más compleja y la situación del paciente igual. En cualquiera de los casos, es necesario la intervención inmediata en la que se logre realizar la reducción de la rodilla luxada, la cual puede ser, de acuerdo al grado de estabilidad:
Tratamiento conservador mediante reducción cerrada
En esta alternativa de tratamiento suelen haber diferentes métodos de reducción en la que se realizará un mecanismo de tracción sobre la extremidad, cuidando de no ejercer fuerza directamente sobre la articulación, mientras que se flexiona la extremidad, además, se procede a realizar una inmovilización con férula por aproximadamente 5-6 semanas.
Tratamiento quirúrgico
El abordaje quirúrgico se realiza cuando se imposibilita la reducción cerrada de la luxación de rodilla, cuando hay presencia de fracturas expuestas o con desplazamiento de fragmentos óseos y lesiones vasculares, las cuales comprometen la irrigación sanguínea de la extremidad y la articulación; en estos casos el médico procederá a la reducción abierta, empleando dispositivos ortopédicos o fijadores externos, placas o cualquier otro para estabilizar la rodilla. Cuando las estructuras ligamentosas se encuentran desgarradas, el especialista procede a la reconstrucción de dichas zonas.
Por otro lado, como toda lesión ósea, una luxación de rodilla puede tener complicaciones posteriores, una de estas puede ser la presencia de rigidez, debido a las cicatrices óseas, también presencia de inestabilidad por los ligamentos lesionados y problemas motores o sensitivos, es por eso que, en la mayoría de los casos, luego de la recuperación tras la inmovilización, se remite a sesiones fisioterapéuticas en donde se realizan ejercicios guiados que fortalezcan los músculos y los tendones de la articulación sin forzar los tejidos blandos.
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